En 2025, bajo el lema “Inocuidad de los alimentos: la ciencia en acción”, se pone de relieve el papel decisivo de la investigación y la innovación científica para proteger la salud de la población y asegurar el acceso universal a productos alimentarios seguros.
La inocuidad alimentaria va más allá de evitar enfermedades transmitidas por los alimentos; es una disciplina multidimensional que abarca el análisis de riesgos, la microbiología, la química de alimentos, la toxicología, la trazabilidad y diversas áreas afines. Gracias al trabajo riguroso de científicos, tecnólogos y expertos en salud pública, se implementan normativas, sistemas de control, métodos de detección y estrategias de intervención que permiten identificar y mitigar los peligros alimentarios en cada eslabón de la cadena de suministro.
En un mundo cada vez más complejo y globalizado, los sistemas alimentarios enfrentan desafíos crecientes como el cambio climático, la incorporación de nuevas tecnologías, la resistencia antimicrobiana y la aparición de patógenos emergentes. La ciencia no se limita a diagnosticar las problemáticas, sino que también ofrece soluciones basadas en evidencia, garantizando la protección del consumidor y evitando crisis sanitarias.
Instituciones como la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (UNCuyo), su Laboratorio de Servicios a Terceros y el Instituto de Ingeniería y Ciencias Aplicadas a la Industria (ICAI, CONICET-UNCuyo) contribuyen activamente a la producción de alimentos inocuos, integrando los avances científicos más recientes. La formación de Ingenieros/as en Alimentos y Bromatólogos/as, junto con la profundización del conocimiento a través de la investigación y la participación en proyectos de extensión y vinculación, refuerza la capacidad de transformación de la ciencia en acciones concretas para mejorar la calidad y seguridad de la oferta alimentaria.
Invertir en ciencia es, en definitiva, invertir en alimentos inocuos, en salud pública y en un futuro sostenible para toda la sociedad.