Pensar en cómo, porqué y para qué somos docentes nos ayuda a posibilitar que la educación sea un acto lleno de humanidad, que reconoce las amplias posibilidades y potencias de cada estudiante, que reconoce su libertad y que descree todo fatalismo, escepticismo o miedo.
¿Y dónde puede haber más esperanza y más posibilidad que en la vida de un estudiante?
¡Feliz día Profesores!