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La Ingeniería Argentina cumple 150 años

Cada 6 de junio se conmemora en Argentina el Día de la Ingeniería en homenaje al egreso en 1870 de los primeros doce graduados de la carrera, a quienes se conoce como los "Doce Apóstoles de la Ingeniería" entre los que se encuentra Luis Huergo, el más reconocido.

imagen La Ingeniería Argentina cumple 150 años

Haciendo un poco de historia diremos que en 1865 y ante la necesidad de contar con profesionales para el desarrollo de obras de infraestructura, la Universidad de Buenos Aires (UBA) creó el Departamento de Ciencias Exactas. La iniciativa impulsada durante la gestión del rector Juan María Gutiérrez abría un área para la “enseñanza de las matemáticas puras y aplicadas, y de la historia natural".

En 1867 y 1868 se sucedieron dos brotes de cólera y en 1870 se desató un primer contagio masivo de fiebre amarilla que un año después causó la muerte de más de14.000 personas en la Ciudad de Buenos Aires.

La Ingeniería como carrera disciplinar comenzó a dictarse en la UBA, y estuvo ligada en su origen a grandes obras de infraestructura y a diseñar una ciudad dotada de mejores servicios sanitarios tras tales brotes epidemiológicos. El plan de estudios constaba de 18 asignaturas: el 30 por ciento estaba vinculado al dibujo y otro 30 por ciento a las matemáticas, mientras que sólo dos materias se referían a la construcción y otras dos a la geología y mineralogía. Además, incluía conocimientos de agrimensura.

El primer graduado fue Luis Huergo. El diploma, fechado el 6 de junio de 1870, lo habilitaba como "Ingeniero de la Escuela de esta Universidad en la Facultad de Ciencias Exactas". En su homenaje, la fecha celebra el Día de la Ingeniería.

Las tesis de los primeros doce egresados reflejaban sus inquietudes “por la integración de la población, la economía y el territorio nacional”, en un momento en el que la idea de ‘construir la Nación’ actuaba como un paradigma clave y prioritario. La mayoría abordaba cuestiones vinculadas a la infraestructura vial y ferroviaria del país, como la de Luis A. Huergo sobre “Vías de comunicación” o la de Guillermo White sobre “Construcción de puentes”. Otras, como la de Valentín Balbín, sobre “Aguas corrientes”, o la de Luis Silveyra, sobre “Vías públicas de la ciudad de Buenos Aires”, mostraban sus preocupaciones por “garantizar las condiciones de habitabilidad de las grandes ciudades” frente a la epidemia de fiebre amarilla de 1871.

Por ello, en su origen, la ingeniería argentina estuvo ligada a la instalación de la red ferroviaria nacional, la construcción de puertos y la realización de obras de saneamiento que contribuyeron a erradicar infecciones y epidemias. Con el paso del tiempo la familia de las ingenierías se expandió. Algunas especializaciones se convirtieron en ofertas de grado y la necesidad de contar con profesionales en nuevas áreas dio origen a otras.

El avance de la ciencia y la tecnología son pilares fundamentales para el desarrollo del país. No se puede pensar en ampliar la matriz energética, la matriz productiva y la infraestructura de servicios sin la ingeniería.

En este contexto actual de la emergencia sanitaria debido al COVID19, es muy significativo que la Ingeniería Argentina cumpla y celebre 150 años de vida, con diferentes desarrollos promovidos por profesionales de la ingeniería y el desarrollo tecnológico, dando respuestas ante la pandemia, tal como hicieron aquellos egresados en 1870, frente a las epidemias de cólera y fiebre amarilla.

Esta coincidencia no deseada, constituye una oportunidad única para trabajar más fuerte sobre la transferencia de los resultados de las investigaciones y desarrollos hacia el sector productivo y social, en pos de contribuir con las necesidades de nuestra sociedad.

Con 150 años de vida, la ingeniería argentina es reconocida a nivel internacional, con ingenieros e ingenieras trabajando en el país y en todo el mundo. La ingeniería argentina estuvo a cargo de obras fundamentales para el desarrollo del país, que incidieron significativamente en la vida de millones de argentinos. A su vez, en cada período, la ingeniería argentina actuó en estrecho diálogo con los problemas que le presentaba el contexto histórico. En momentos de grandes incertidumbres como los presentes, con una pandemia en curso, el compromiso de nuestros profesionales en ingeniería está más vigente que nunca. Sin dudas, hoy la ingeniería argentina tiene mucho para aportar en la concreción de obras y la búsqueda de soluciones frente a los grandes desafíos que nos tocan vivir.

Dr. Ing. Daniel Castro
Decano FCAI


El CONFEDI (Consejo Federal de Decanos de Ingeniería República Argentina) ha organiuzado una serie de eventos en conmemoración de este día, a realizarse durante el mes de junio:
Agenda de eventos 

 

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