En Argentina, el Día del Estudiante se festeja el 21 de septiembre, coincidiendo con el Día de la Primavera y el día de repatriación de los restos del educador Domingo F. Sarmiento. De esta manera, se produce una justificada unificación de tres fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad de la naturaleza y del espíritu humano.
Su origen se debe a la propuesta del por entonces estudiante y luego destacado arqueólogo Salvador Debenedetti en 1902, cuando era presidente del centro de estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Dicha propuesta fue aceptada por esa facultad, y luego extendida a todo el país.