Este logro no surge de la casualidad: es fruto de las gestiones de articulación que impulsa nuestra Facultad con el sector privado, consolidando vínculos que fortalecen la formación de nuestros estudiantes y generan impacto en la región.
Gracias a este aporte, nuestros futuros profesionales podrán desarrollar competencias técnicas y habilidades blandas en un espacio formativo único, donde la producción académica de vinos se combina con innovación y trabajo en equipo.
La colaboración universidad–empresa es clave para construir un círculo virtuoso de aprendizaje, desarrollo y sostenibilidad.
Destacamos especialmente que esta acción se enmarca en una visión de responsabilidad social empresaria de la empresa, coherente con valores de economía circular y cuidado del ambiente.
Agradecemos profundamente a Verallia por apostar a la educación pública y reafirmamos nuestro compromiso como Facultad de seguir generando alianzas estratégicas que abren oportunidades y transforman realidades.