El Licenciado Manuel Font fue el encargado de mostrar cada aspecto que arrojó el exhaustivo diagnóstico, que se espera sea el puntapié para encontrar la transformación de una realidad más que complicada para el sector primario. El consultor comentó que este diagnóstico busca dar una alternativa de enfoque a la problemática desde una mirada integral, pero teniendo en cuenta las particularidades.
Algunos de los aspectos desde los cuales se realizó el enfoque fueron la modernización, la contemporaneidad y las nuevas búsquedas y valores como la vida saludable, los costos, la inteligencia o capacidad para adaptarse a los cambios y los actores que participan en la realidad.
Qué se observó
Se destacaron los puntos característicos de la realidad del oasis, que permiten visualizar las problemáticas que hay que revertir y oportunidades que hay que aprovechar:
Complejidad: relacionada con la edad promedio de los productores, personas mayores que no tienen la misma predisposición o posibilidades de incorporar la innovación, una superficie media de cultivos menor al promedio Provincial, el 50% de las áreas cultivables sin aprovechar y un sistema del cual es difícil salir y aún más complejo ingresar, por no parecer un buen negocio.
Fragilidad: en términos climáticos, desde lo macroeconómico. Es la zona donde es más difícil modificar el entorno. La actividad está asediada por nuevos rubros como el turismo y la inmobiliaria, que avanzan en las zonas peri-urbanas de manera desordenada y han generado un escenario de tensión.
Potencial: Nuestra cuenca posee los productos que el mundo demanda y que concuerdan con un ideal positivo, con la vida sana, la salud, la alimentación natural. Hoy la vid, la ciruela y la ganadería tienen un desempeño aceptable que hay que potenciar y a la misma vez debemos sumar nuevos productos. Este punto según Font “es donde se encuentra la Crisis Paradojal, merece una profunda reflexión el hecho de que el Mundo necesita lo que producimos y a la misma vez hemos construido una crisis los últimos 30 años.”
Una Crisis Compleja
Se presentaron las aristas que inciden en toda crisis y que se ven reflejadas en nuestra realidad, la macroeconomía (la situación que atraviesa nuestro País en sentido económico), la trama institucional (aquellos actores e instituciones involucrados y con deseo de generar oportunidades de transformación) y los actores que hoy responden al eje casi fundamental, con características como la longevidad y la descapitalización, con un sesgo productivista. En este sentido se planteó que en la actualidad la mirada está puesta en el volúmen producido y las características de la producción, dejando de lado una planificación y la idea de saber dónde se va a vender, cuáles son los mercados y dónde se va a insertar lo producido.
La Transformación
Font explicó que que “transformar una cuenca no es un fenómeno automático que se de en poco tiempo o sin costos. Cada parte debe hacer lo suyo, se deben conjugar los actores, los instrumentos y el contexto adecuado. Hoy hay que dirigir la mirada hacia el mercado, hacia lo que pide el mundo y el consumo, tanto internacional como argentino y cómo satisfacer esas necesidades.”
Para esta transformación se mostraron 3 formas de abordarla, la “mercadista”que supone una transformación poco virtuosa y hasta trágica, que por diversas situaciones produce el abandono de la tierra y termina en la caída del precio de la finca. Se incorporan aquí otras actividades que ponen en peligro esas tierras productivas por los nuevos usos. Este modelo resiente la cadena de valor social y no es la vía esperada en términos de desarrollo de territorio.
La segunda alternativa es la “populista” relacionada con la anterior y con el hecho de que el Estado sostiene a los productores y se obtiene beneficio político aparente.
Por último y la opción superadora sería en Cambio de Paradigma, que supone que no hay transformación si no se disminuyen los costos de salida e ingreso de la dimensión productiva. Está ligada a la Atractividad que hay que generar alrededor de la actividad.
Nuevo modelo
Manuel Font destacó que hay que realizar la transición de modelo de poca escala, minifundista, con mirada sólo en la producción, hacia una mirada nueva, de mayor escala, de inversión en la tecnología y productores más eficientes. Este nuevo modelo supone un ideal que se basa en tres ejes: ECONOMÍA, IDENTIDAD Y PAISAJE, “cuando se vende un producto se vende un estándar de calidad, una tradición” aseguró Font.
Para la aplicación de estos ejes se propuso trabajar desde:
- Ordenamiento Territorial y la mirada integral sobre la zona, su complementariedad e impacto en el territorio, desde prácticas públicas Provinciales y Municipales.
- Atractividad de la cuenca, con políticas activas de financiamiento y apertura de mercados, pasando de una lógica de sostenimiento a una de transformación, construyendo una nueva visión de la cuenca.
- Visión, una lógica de diversidad sostenible
Qué resultados se esperan
Todo se enfoca en resultados que estén ligados a bajar la edad promedio de los productores, hacer un trabajo de transformación que pueda incorporar nuevos actores que reviertan el proceso y el cambio de visión. Estos aspectos requieren una implicancia política explícita, con operatividad cierta.
Los primeros días de abril la CCIA elevará este trabajo a las autoridades provinciales para determinar las herramientas que acompañen esta nueva mirada desde una realidad concreta.