En resumen

Como parte del convenio existente entre la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria y Municipalidad de San Rafael que a su vez involucra al área de Veterinaria y Zoonosis es que se ha impulsado este programa.

El área de  Veterinaria y Zoonosis pone a disposición toda su red de inspectores e instalaciones a disposición, la FCAI a su vez realiza las capacitaciones y análisis de triquina.

Las capacitaciones consisten en visitar los colegios secundarios y delegaciones distritales, donde se va a enseñar la prevención de la triquina o concientizar de lo importante que es detectarlas. A través de veterinaria son recolectadas/tomadas las muestras y estas son analizadas por las capacitadoras (estudiantes avanzadas de bromatología, Karen Chacón y Verónica Valles), Programa que tuvo sus comienzos en el programa de PPS (Prácticas Profesionales Supervisadas) de la FCAI, donde las estudiantes en una primer instancia realizaron un sistema de ingresos y egresos para análisis en los laboratorios del área de Veterinaria y Zoonosis, confección de manuales, folletería y presentaciones para la posterior realización de capacitaciones. Una vez que se conto con todo se procedió al armado del laboratorio, equipado con material de laboratorio de la FCAI.

Se comienza con una capacitación en escuelas secundarias técnicas de zonas rurales, con el objetivo de concientizar a los jóvenes quienes posteriormente serán los encargados de transmitir la importancia del cuidado y prevención de triquinosis a sus familias.

Al mismo tiempo la red de inspectores del área de Veterinaria y Zoonosis, son los encargados de recolectar las muestras de los cárneos o faenas realizadas en colegios agrarios como los tradicionales que se realizan en nuestro Departamento. Las que serán analizadas a posteriori. Este análisis (denominado como Digestión Enzimática Artificial (DER)) se realiza en horario de mañana y para el medio día ya se cuenta con los resultados para poder o no hacer uso de esa carne.

 En caso de que la carne de positivo, existe un protocolo específico que permite el uso de la carne. Con este protocolo se pretende evitar que el trabajo de crianza de animales no se vea completamente malogrado. Mediante la cocción, dado que el parasito que produce la triquinosis es débil a altas temperaturas, la carne puede ser utilizada aunque no podrá utilizarse para salazones o fiambres.

Si hacemos referencia a productos ya elaborados o terminados mediante salazones (jamones, bondiolas, salames, etc.), se puede realizar la detección en ellos del parásito, pero en caso de ser positiva la presencia de éste, el producto deberá ser destruido dado que no puede ser sometido a altas temperaturas, y en caso de realizarle tratamiento térmico deja de ser el origenal perdiendo todas sus características.