La economía circular se plantea como un modelo económico que surge de la verdadera toma de conciencia sobre los límites de los recursos naturales y la necesidad de preservarlos. Así, la economía circular se propone romper el paradigma lineal vigente desde la Revolución Industrial, cuando el mundo no tenía conciencia ambiental. Las nuevas generaciones son responsables, en gran medida, del impulso de cambios en los modelos de negocios. Ellas son quienes a la hora de elegir sus productos exigen que el circuito productivo no sea dañino con el ambiente y genere algún impacto social positivo. Los desafíos a adoptar en América Latina para aplicar el modelo de economía circular son importantes y si bien hay interés, todavía hay mucho camino por recorrer. Una de las claves para que esta iniciativa sea posible es la colaboración entre los distintos sectores de una sociedad.

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